La refrigeración consiste en la disminución y mantenimiento de la temperatura (a un valor menor a la del medio ambiente) de un objeto o espacio. Esta disminución de de temperatura sólo es posible, extrayendo energía (calor) del cuerpo que se desea enfriar mediante el intercambio de calor entre el producto que se desea enfriar y el liquido refrigerante.
El frío propiamente dicho, no existe, los cuerpos solo tienen más, o, menos, energía térmica. De esta manera enfriar corresponde a extraer calor. La salud y el bienestar de un país puede depender de los sistemas de refrigeración, Por ejemplo, la alimentación y el almacenamiento de vacunas, distribución, aplicación médica, industrial, comercial y doméstica de todo tipo depende de los sistemas de refrigeración.
Durante la década de los 90 casi todos los países firmaron, y consecuentemente, ratificaron el Protocolo de Montreal de Las Naciones Unidas y sus correcciones posteriores. Este acuerdo incluye una escala de tiempo estricto para la desaparición de refrigerantes que atacan el ozono y requiere el uso provisional hasta su sustitución por refrigerantes que no dañen el ozono, Este cambio resultó en el aumento de la variedad de refrigerantes de uso común existentes de 3 a 4 veces mayor y en la necesidad de asegurarse de que las prácticas de los ingenieros sean muy exigentes. La firma del Acuerdo de Kyoto hace que aumente la necesidad de las prácticas ya que muchos de los sistemas de refrigeración y de aire acondicionado usan una considerable cantidad de energía y por lo tanto contribuyen ya sea directa o indirectamente al calentamiento global. |